El apego
Conocer el tipo de apego que hemos aprendido puede ser el mapa que nos oriente a las raíces de nuestra intimidad.
Gente bonita, hoy venimos a platicar de un tema que cada vez está más presente en nuestros contextos y que suele ser, como muchas otras cosas, infinitamente más complejo de lo que pensamos, así que acompáñenos en nuestra reflexión sobre…
*redoble de tambores*
✨El apego✨
Tiempo de lectura: 4 min.
El apego es un concepto que surgió a partir de las investigaciones que hicieron John Bowlby y Mary Ainsworth a finales de los 80´s. Básicamente es aquello que permite que establezcamos relaciones de proximidad con otras personas y determina la manera en que nos aproximamos a la gente y a la intimidad, así como el tipo de vínculos que construimos.
Desde “La teoría del apego”, Bowlby y Ainsworth expusieron los estilos de apego, un concepto que explica cómo la manera en que construimos relaciones e intimidad depende en gran medida de nuestras primeras interacciones humanas, casi siempre con nuestros padres y madres. Por lo que a partir de estas relaciones nos vamos moviendo hacia estilos de apego distintos que seguimos replicando el resto de nuestra vida o, al menos, hasta que tengamos oportunidad de modificarlos a través de ciertas experiencias. A esa modificación se le conoce como “edición del apego”.
Pero, ¿por qué esto es importante?
Resulta que el estilo de apego puede darnos un montón de información de por qué acabamos en las relaciones que tenemos y de dónde salen los patrones emocionales que hemos construido y vamos reproduciendo. Por ejemplo, es probable que una persona con apego ambivalente busque constantemente vincularse con personas que tengan apego evitativo. Ahora, entendamos el por qué:
Persona con apego ambivalente → Suelen tener una historia de ausencia intermitente o inestabilidad en sus primeras relaciones, por lo que aprendieron a vincularse con personas poco disponibles emocionalmente y ellas mismas alternar entre a) buscar intensamente conexión e intimidad y b) distanciarse porque se sienten abrumadas cuando la reciben.
Persona con apego evitativo → Es común que tengan una historia de abandono o poca disponibilidad emocional en sus primeras relaciones, por lo que suelen ser personas muy distantes y con pocas herramientas para construir intimidad con sus distintos vínculos.
Lo que nos lleva a que…
Persona con apego ambivalente + persona con apego evitativo = una combinación común, pues la distancia emocional de la persona con apego evitativo activa la ansiedad de persona con apego ambivalente, que busca a toda costa conectar y construir intimidad. Pero la poca capacidad y disponibilidad de la persona con apego evitativo para generar un vínculo seguro mantienen constantemente a la persona con apego ambivalente en un modo de búsqueda y necesidad, que es hasta cierto punto lo que necesita, porque si decidiera vincularse con una persona con apego seguro, que sí puede ofrecer disponibilidad emocional y reciprocidad, entonces la persona con apego ambivalente se abrumaría demasiado y empezaría a retraerse, porque lo que acostumbra hacer es perseguir personas poco disponibles emocionalmente.
Este es un ejemplo bastante simplificado, porque obviamente somos personas complejas y los factores que nos llevan a formar relaciones van mucho más allá del apego, pero la realidad es que nuestro estilo de apego sí determina muchas cosas y entender este concepto podría ser muy útil para detectar qué cosas deberíamos trabajar y de donde vienen ciertos patrones emocionales que pueden llegar a ser poco funcionales o dolorosos.
El apego es también un concepto del budismo que, en ese contexto, tiene un significado muy distinto. Pero resulta que en redes muchas veces nos hablan de apego sin hacer distinción entre uno u otro… nos dicen que tenemos que eliminar el apego (refiriéndose al término budista), pero luego que tenemos que descubrir nuestro tipo de apego (refiriéndose al término psicológico) y entonces se hace una gran confusión en la que ya no sabemos de qué estamos hablando.
La realidad es que el apego, desde la psicología, es un mapa que nos orienta a las raíces de nuestra intimidad, nos brinda la oportunidad de regresar a nuestros primeros momentos y ver qué heridas y faltas hubo ahí, pero también que alegrías, amores y cuidados nos moldearon. Es mucho más complejo que un patrón que replicamos sin consciencia, es un camino trazado desde hace mucho, que recorremos una y otra vez, pero que también contiene en él la posibilidad de abrir nuevas sendas y descubrir pasadizos.
¡Ojo amix! No estamos destinadxs a vincularnos para siempre como lo hemos hecho hasta ahora, pero hacer modificaciones requiere una exploración profunda, llena de retos y aprendizajes, porque cambiar la forma en la que conectamos no es un proceso racional, requiere que involucremos al cuerpo y le demos espacio para comunicarnos sus necesidades, dolores y aprendizajes.
Aprender a relacionarnos distinto también implica aprender a habitar nuestro propio cuerpo y experiencia de otras formas, aprender a construir la seguridad emocional que a veces nos ha faltado y atrevernos a dar un paso atrás ante situaciones o vínculos que nos llaman desde la herida, pero que no nos ayudan a crecer.
-Laboratorio Afectivo
Por si no lo han leído, les dejamos esta reflexión del día por aquí:
Amistades, estamos muy emocionadas de poder invitarles a *más redobles de tambores* nuestro Taller-Retiro en el bosque: Explorando el apego.
Ya les adelantamos un poco a través de nuestro instagram (@laboratorio_afectivo) de esta actividad conjunta con el equipo de @recinta.mx pero ahora sí, si quieren conocer todos toditos los detalles les invitamos a leer la información completa aquí.